EL RESPETO
EN LA HOGUERA DE LA VERDAD
El respeto no es algo que se
imponga, aunque muchos lo hacen, el respeto se gana pero hay muchos que nunca
han entendido el proceso de esto y lo echan todo a perder.
Cuando me refiero a esto, me
refiero a la gente que vive criticando a los demás por tratar de TÚ a los
demás, pero que le ponen un apodo, un sobre nombre a las personas cuando se
enojan o se molestan.
La gente siempre dice que le
gustan que le digan las cosas de frente, eso suena bien, sincero y justo, pero
en la práctica te enrostran cualquier falta, algo del pasado o simplemente te
inventan algo para salir del paso…
Hay Ministros de la obra de
Dios que también hacen esto y es el cuento de nunca acabar. A mi me han enviado
una serie de pantallas de Ministros de Dios refiriéndose en mala forma a las
persona en privado, como si fuera verdaderamente privado, hoy en día casi nada
lo es y tratándose de ser un Ministros: Pastor, Obispo, Evangelista Diácono,
Anciano, Encargado de Obra o simple hermano o hermana.
Definamos
respeto:
1. Consideración, acompañada de
cierta sumisión, con que se trata a una persona o una cosa por alguna cualidad,
situación o circunstancia que las determina y que lleva a acatar lo que dice o
establece o a no causarle ofensa o perjuicio.
2. Consideración de que algo es
digno y debe ser tolerado.
Ya definida la palabra respeto,
entonces nos queda observar qué tanto la practicamos y nos hacemos hacedores de
ella. No podemos andar por la vida insultando a las personas por el sólo hecho
de descargar nuestra rabia o nuestra ira, qué tal ese versículo que dice airaos
pero no pequéis; espero no quede nulo ante esta situación y sepamos contar
hasta 10, hasta 20 o hasta lo que sea necesario.
Si eres un Cristiano,
especialmente un Ministro de la obra de Dios cuida tu lengua, cuida tus
modales, cuida tu forma de ser y demostrar respeto, autoridad y no someter a
los demás a un cautiverio que haga sentir a los demás que estamos bajo el poder
de una cierta esclavitud, porque no podrán negar que a muchos les encanta eso,
pues eso no tiene nada de Cristiano.
No vengo a dar nombres, espero
que algunos o todos los aludidos lean esto y recapaciten y rectifiquen su mala
actitud. Dejen de poner sobre nombres a las personas, a perseguirlas o
difamarlas, a calumniarlas e injuriarlas, somos Cristianos, por Dios ¡!!!
Desde cierto tiempo hasta hoy
he visto pleitos por doquier entre Cristianos y francamente es más tolerante
una telenovela cebollera que ciertos episodios que se publican. En su momento
pondré en la palestra a varios que están dando un claro y mal ejemplo Cristiano
con su actitud.
Dejen de escuchar al ángel malo
y sométanse a la autoridad de Dios, al ángel bueno. Nuestra lucha no está entre nosotros, está con los que hacen el
mal, que tratan mal y hacen ver a las personas que necesitan un claro cambio en
sus vidas… Puede ser entonces que tengamos que someternos nosotros mismos a ese
cambio, tal vez necesitemos de alguna forma o de alguna manera bajar a las
aguas y bautizarnos nuevamente, pero no con agua, sino, vernos como Sadrac,
Mesac y Abed-nego, en la hoguera, en el
fuego de la verdad.