Quinientos internos
de la ex Penitenciaría de Santiago tienen rincón de espiritualidad para orar por un
futuro mejor
"Calle de los Milagros" es tabla de salvación de reos arrepentidos
La religión evangélica les permitió alejarse de la delincuencia y los
malos hábitos.
Muy temprano comienza la actividad en la Calle 4 de la ex
Penitenciaría de Santiago, donde conviven los internos que profesan la religión
evangélica. Se les conoce y se tratan como "hermanos".
Sus horas en la también llamada "Calle de los Milagros", donde el olor a cárcel se siente
con fuerza en cada rincón, las dedican a orar y a dejar en el olvido el
alcohol, las drogas y la delincuencia.
Cerca de 500 reos habitan en el lugar, todos los cuales
recuerdan la reciente visita del actor Héctor Noguera para el programa
"Nadie está libre", de Canal 13.
Deben usar el pelo corto, terno y corbata, y cada uno cumple
las funciones que les asignan, entre ellas hacer el aseo para mantener su
"hogar" inmaculado, preparar la comida y cantarle al Señor durante el
culto, entre otras labores.
Los "hermanos" se mantienen aislados del resto de
la población penal y, junto con alabar al "Rey
de Reyes", realizan talleres de manualidades, microempresa y
alfabetización.
El trabajo en conjunto de Gendarmería
y la Iglesia Evangélica ha permitido sacar adelante esta iniciativa, que
busca la rehabilitación y reinserción de los internos.
Los presos dijeron que duermen 14 personas por pieza. Es
incómodo, pero se compensa con la tranquilidad espiritual del lugar, donde sólo
deben cumplir las reglas y mantenerse "al
lado de Dios".
Las piezas tienen puertas en vez de rejas y el recinto está
pintado, lo que no se ve en las otras galerías y calles.
El Director Nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez,
añade que también cuentan con agua caliente y lavadora para sus labores
"domésticas".
CONSTRUYEN NUEVO
TEMPLO PARA ALABAR AL SEÑOR
El interno Juan Urrutia (31), quien lleva 15 temporadas a la
sombra por robos reiterados, espera que esté listo el nuevo templo para alabar
al Señor antes de salir en libertad a fin de año.
"Este templo es como mi madre, aquí nací yo. Dios me
dio la oportunidad de cambiar mi vida en la Iglesia Metodista Pentecostal de
Chile", afirmó el hermano, quien posó orgulloso ante la construcción junto
a sus otros hermanos.
"Dios tomó los medios y trajo hermanos de la calle: Un
arquitecto, un constructor civil y a nosotros, que pusimos la mano de
obra", anadió sobre la monumental iglesia.
Indicó que el templo antes era más pequeño, por lo que nació
la idea de agrandarlo y mejorarlo.
- ¿Aquí va a ser su
despedida cuando salga libre?
- Ojalá. Confío que así sea.
- ¿Por supuesto que
orándole al Señor?
- En Él confío y a Él me debo.
LUCHITO: "TOCO GUITARRA, PANDERO Y SUEÑO CON
TENER UNA BATERÍA"
Luchito Guajardo tiene 22 años e ingresó a la Calle 4 con
las cámaras del programa "Nadie Está Libre", de Canal 13, para
registrar su experiencia.
El muchacho fue sentenciado a 10 años por robo con
intimidación. Ya lleva tres en la cárcel y aterrizó en la "Calle de los
Milagros" porque estaba “pedido”.
En un principio no le entusiasmaba mucho la idea, no
compatibilizaba con su forma de ser, pero se fue metiendo y ahora le canta con
fuerza al Señor.
- ¿Cómo te ha ido
acá?
- Ya estoy acostumbrado. Hay cambios personales que se
pueden ver. Cuando llegué tenía hartos problemas, pero quedaron atrás. Lo bueno
es que aquí estoy con vida y salud.
- Llegaste calladito y ahora hasta cantas en el coro...
- Ya aprendí a tocar la guitarra, el pandero y ahora sueño
con tener una batería. Es necesario que haya más bateristas, porque a alguien
lo pueden trasladar o salir de aquí.
- ¿Algún consejo para
pasar la gente de afuera?
- Que tengan cuidado en las cosas que emprendan en la calle,
que se cuiden de andar tomando y esas cosas, porque es malo. Antes uno muchas
veces podía hacerlo, pero ahora me doy cuenta de que aquello era malo. Les digo
que se encomienden a Dios porque Dios puede hacer un cambio en sus vidas. Y que
perseveren en lo bueno, día a día, eso va a ayudarlos.
- ¿A ti te ha ido
mejor?
- Me han regalado meses por la conducta. Mi meta es irme de
aquí y buscar un trabajo honrado. Estar con mi familia, mi mujer Susan y mi
hijo Maicol Brandon, que cumplirá 4 años.
- Tremendo cambio.
- Muchos se preguntan cómo cambié tanto siendo como era. Mi
mamá me dice: Hijo, sigue así nomás. Ella es la persona que más sabe cómo era,
porque antes reaccionaba mal. Me costaba decirle te amo y ahora le puedo decir
necesito que estés conmigo y ayúdame a seguir adelante, mamá. Mi mujer no era
creyente y ahora va a la iglesia. Mi meta es que todos cambien sus vidas.
Tanto el subsecretario de Justicia, como el director
nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez, están orgullosos de los avances
logrados con el plan evangelizador canero.
El Presidente destacó que gracias a la Iglesia Evangélica se
pudo rescatar un espacio donde los internos desarrollan diversas actividades y
crecen como personas.
"En Gendarmería se ha aumentado en los últimos años más
de 70% el presupuesto en reinserción y rehabilitación", dijo
RÉPLICA. Por su
parte, el subsecrtario señaló que "la
Iglesia Evangélica tiene un programa de trabajo dentro de las unidades penales
que se aplica en toda América. Se le entrega un sector de la unidad, ellos la
administran y trabajan. Gendarmería mantiene la custodia".
Añadió que la iniciativa se está replicando a nivel nacional
en varios penales, donde claramente
falta Dios.
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