Malestar en Irán por el abrazo "prohibido" de Ahmadinejad
La difusión de una fotografía del presidente de Irán, Mahmud
Ahmadinejad, tratando de consolar mediante un abrazo a la madre del fallecido
mandatario venezolano Hugo Chávez, durante los funerales en Caracas, fue
recibida con indignación por parte de los clérigos islamistas de Teherán.
Los ultra-conservadores mullahs dijeron que el gesto del
presidente iraní insultó la dignidad religiosa de Irán y lo consideraron
"haram" – un término usado para designar las prohibiciones religiosas
bajo la ley islámica.
La instantánea muestra a Ahmadinejad tratando de confortar a
Elena Frías de Chávez, de 78 años, por la muerte de su hijo, cuyo cuerpo será
embalsamado y expuesto en un museo militar desde donde dirigió un fallido golpe
de estado en los años 90.
Ahmadinejad besó el féretro y fue ovacionado de pié por las
autoridades venezolanas durantes las exequias del líder bolivariano.
Sin embargo, la popularidad alcanzada por Ahmadinejad en
Caracas no aplacó la furia de los ciudad
de Irán, Ispahán, manifestó que el presidente iraní había "perdido el
control".
"Apretar las manos de una mujer non-mahram (no
vinculada a la familia), bajo cualquier circunstancia, joven o vieja, no está
permitido. Abrazar o expresar emociones no es propio para la dignidad del
presidente de un país como la República Islámica de Irán", expresó el
clérigo.
Por su parte, Mohammad Dehghan, miembro del directorio del
parlamento iraní dijo que el episodio expuso la verdadera naturaleza de la
"corriente desviacionista", término empleado por los aliados del
Líder Supremo Ali Khamenei, para describir a Ahmadinejad y sus aliados.
Recientemente, el ayatollah Ahmad Khatami, un alto clérigo
aliado de Khamenei criticó a Ahmadinejad por profetizar durante un tributo a
Chávez, que junto con Jesús y el Imam Mahdi "regresará el día de la
resurrección".
Ahmadinejad aseveró que no tenía “duda de que Chávez
regresará a la Tierra” con Jesús y el hombre perfecto [el Dudécimo Imam
reverenciado por el chiísmo] para “establecer paz, justicia y bondad” en el
mundo.
"Digo directamente que fue demasiado lejos con su
tributo", indicó Khatami. "El presidente sabía bien que tal elegía
provocaría reacciones en nuestras instituciones religiosas. Podría haber
enviado un mensaje diplomático sin connotaciones místicas".
Irán y Venezuela han establecido, en los últimos años, una
alianza estratégica a través de numerosos acuerdos bilaterales.
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