Periodismo Profesión y Oficio

EL PERIODISMO EN PROFESIÓN Y OFICIO

El periodismo es un servicio social, un bien social. La información es vital para nuestras decisiones, para nuestra mirada del mundo, para saber si nos están “metiendo el dedo en la boca”, para defendernos, para enfrentar, para exigir, para opinar y debatir. Hay un cambio en los medios de comunicación, de una información más “aséptica” a una más opinante y reflexiva, lo que celebro. Celebro además la democratización de la información con la llegada de las redes sociales. Hoy se exige más y eso siempre es bueno.

El objetivo del periodismo es informar, pero como hay distintos tipos de periodismo, esa información sirve para distintas cosas, no se puede meter todo en un mismo saco. El periodismo que a mí me interesa es aquel que le entrega información a las personas para ejercer mejor sus derechos como ciudadanos. Eso incluye desde la cobertura crítica de la forma en que las autoridades gobiernan y legislan, hasta la entrega de información básica para que las personas puedan tomar decisiones día a día. Implica mostrar aquello que por distintas razones permanece oculto a la mirada de los ciudadanos y explicar las medidas que afectan su vida cotidiana. El periodismo, el buen periodismo, debería ser capaz de entregar información para que esos ciudadanos puedan tomar mejores decisiones. Debiera también transformarse en un actor que obligue a quienes gobiernan a rendir cuenta de sus acciones y, en general a los poderosos, a hacerse responsables de lo que hacen.

Es importante, por supuesto, por su objetivo principal: fiscalizar al poder. Pero también por otras cosas. El periodismo permite dar voz a quienes no la tienen, generar empatía entre realidades distantes, y sensibilizar ante las diversas injusticias del mundo moderno. También rescatar a esos héroes anónimos, cuyo ejemplo se pierde en medio del caos cotidiano. Es el espejo en el que –si está limpio– la sociedad puede analizarse a sí misma, sobrepasar los discursos oficiales, y escudriñar a quienes llevan las riendas.

El periodismo es una profesión, pero también un oficio, porque no es un saber en sí, como sí lo son la filosofía, las ciencias, el derecho. Las teorías que se intentan construir en torno al periodismo se caen pronto cuando se contrastan con el ejercicio. Nadie que no lo haya ejercido sabe en realidad de qué se trata: es en el hacer cotidiano donde se aprende el sentido, la función, ciertas normas, dinámicas, reflexiones, en fin, lo entretenido y complejo del hacer periodismo.

En estos nuevos tiempos el Periodismo es una fuente de esencia propia, el saber expresar bien lo que uno siente, de forma clara y objetiva, pero eso se rompe con los nuevos medios que han adquirido un color político por ejemplo y dejan de ser objetivos y de opinión independientes, o son de izquierda o son de derecha, pero no tienen un equilibrio porque se han vendido al sistema que compra lo que quiere por dinero que compra  lo que amamos y abrazamos desde nuestro corazón y alma hasta nuestras vísceras.